Hace tiempo que vengo postergando las cosas. Primero le echaba la culpa a la PSU; después se me amontonaron las prioridades y eso combinado con una obscena cantidad de ocio devino en un collage de metas pseudo cumplidas; ahora, soy flamante estudiante/esclava de Pío Ñoño, y la que fue mi mayor aspiración por gran parte de mi vida escolar, es ahora -paradójicamente- mi principal razón de postergar. Postergar mis amigos, a mi novio, a mi casa... postergarMe.
Es por eso que exijo vacaciones, y me exijo retomar:
- Leer por gusto. Eso ahora carece de mucho sentido. Lo que leo, si bien tedioso, si bien interesante, es, por lo general, lectura no digna de una tardecita al sol de la ventana. Pretendo terminar el nuncaterminadoporeternoyentretenido El Médico, leer -por fin- Los Detectives Salvajes, y hojear mis libros de cabecera que me recuerdan que lo lindo existe tipo Charlie y la Fábrica de Chocolate, las Décimas de Violeta Parra, Páez (la biografía de Fito) y los poemas de Oscar Hahn.
- Volver a hacer costuritas. Metros de pañolenci de colores esperan por mí. Quiero retomar mis tardes eternas cociendo prendedores, aros, estuches, anillos, sacando modelos, cortando, rellenado... por favor!
- Ver todas las películas que tengo pendientes. Y quizás tachar hasta el último de los títulos de la lista que hicimos con l. en el verano. Ocio sí, gracias.
- Música, música, música. Ordenar, categorizar, investigar, wikipediar, explorar, descargar, y escuchar hasta el cansancio todo lo nuevo, lo viejo, lo pendiente. Ir a buscar vinilos, desempolvar los discos inertes y tener largas conversaciones mushicoexistencialistas, de esas que te hacen querer ver de nuevo 7 Ages of Rock, hasta absorber todo lo que hay por saber acerca de esto que con lucas nos gusta tanto. Pero al fin y al cabo, nunca se termina de saber...
Porque, mal que mal, a estas alturas ya se me van a haber ido las vacaciones!
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